Una agitada y moderna vida nocturna solo llegó al Cusco con los turistas.

Para ellos, cara mediados de los años setenta, se abrieron los primeros locales: el Abraxas y el Hatuchay, los dos en la Plaza de Armas.

Al poco tiempo, los propios cusqueños, con la imaginación avivada por las historias que corrían de boca en boca, se fueron animando a enfrentar el frío nocturno que los sostenía encerrados en sus casas y fueron descubriendo que, por la noche, las personas tenemos más sencillez para aproximarnos unos a otras venciendo las barreras sociales, culturales y hasta idiomáticas.

Podemos aseverar puesto que, que, a sus muchos atractivos, el Cuzco ha sumado el de una intensa, afiebrada y cosmopolita vida nocturna con un original toque andino. Gozar de sus encantos es una forma más de conocer la Urbe Imperial y compenetrarse con su espíritu. Las líneas que prosiguen ahora son una llave para abrir las puertas a este planeta.

Música y danzas

Una buena forma de comenzar una noche en el Cusco es apreciando la singular riqueza y pluralidad del folclore de esta zona, tanto en sus expresiones musicales cuanto en sus danzas. El viajante deberá escoger entre los teatrines de ciertas instituciones que cultivan el arte folclórico, y un escogidos número de restaurants que ofrecen esta clase de espectáculos.

Una copa en la Urbe Sagrada

Estar en el Cuzco y no gozar de su magnífica belleza urbana es un pecado. Eso lo han entendido los empresarios que, en los últimos tiempos, han ido ocupando uno a uno cuanto local se prestaba para abrir un pub, un bar o bien un café en las casas que rodean la Plaza de Armas. Cada ventana de segundo piso y cada balcón se han transformado en miradores cara esa gran plaza que a la noche, con la Catedral y la Compañía alumbradas, adquiere un encanto todavía más subyugante.

Los pubs

El sitio ideal para entonarse ya antes de proseguir la noche bailando son los pubs. Por norma general, atienden hasta la una de la madrugada y ofrecen happy hour (tragos a mitad de coste) en horarios que se señalan a la entrada o bien en la barra.

Tecsecocha

Quienes prefieren un tanto más de calma, pueden decantarse por pasar ciertas horas de la noche en Tecsecocha, una de las pocas calles cusqueñas que con su adoquinado y su profusión de balcones a uno de sus lados, conserva prácticamente íntegra la armonía del conjunto. Un local de estilo muy diferente espera al visitante en esta habitual calle cusqueña: el couch bar Los Perros. Su imán es su entorno informal, con sofás y sillones preparados acá y allí donde, quien lo quiere, puede hasta echarse para leer una gaceta o bien un libro.

San Blas

Otra pascana aconsejable es San Blas, un distrito de alcurnia incaica con justa fama de ser uno de los más bellos del Cusco. Si pasear por sus calles de noche puede resultar peligroso, no lo es tomar un café o bien un trago en los locales que se encuentran a espaldas de la iglesia. En el Green's, el paisano hallará un entorno muy íntimo merced a los cómodos sillones y sofás preparados cerca de mesas de centro. El atrayente del Aule, en cambio, es su aire más juvenil y sobre su altillo, con cojines regados por el suelo cerca de una mesa baja, en la que hay múltiples libros a la predisposición del visitante.

Escorts en Cusco

Podemos llegar a conseguir una dama de compañía en Cusco por la prensa local, donde anuncia este tipo de contenido o buscando en las diversas paginas web donde puedes hacer contacto con una joven peruana o extranjera.

Las discos

Al borde de la medianoche, los cafés y los pubs se disponen a cerrar sus puertas. Es el instante de emprender con rumbo a los disco-bares que, justamente desde esa hora, entran en una efervescencia que puede perdurar hasta el amanecer.